Dermatitis miliar felina: Cuidados y tratamiento para tu gato

La dermatitis miliar felina, que afecta del 10% al 38% de los gatos, no es solo un diagnóstico, sino un patrón de reacción alérgica vinculado a diversas etiologías que provocan alteraciones cutáneas.

Se manifiesta con lesiones pápula-costrosas, pruriginosas en su mayoría, de 1 a 2 mm de diámetro, con distribución local o generalizada.

Estas lesiones, dan una textura característica a la piel y son fácilmente reconocibles durante la exploración física, incluso en gatos con pelaje normal.

¿Cuáles son las enfermedades que pueden desencadenar la dermatitis miliar felina?

Esta erupción puede ser causada por ectoparásitos, reacciones de hipersensibilidad, infecciones cutáneas y neoplasias, aunque también puede tener origen idiopático.

El “Síndrome de Atopia Felina” se destaca como una de las principales causas de la dermatitis miliar.

Este síndrome engloba diversas enfermedades alérgicas de la piel y el tracto gastrointestinal. Además, desencadena una fuerte hipersensibilidad en felinos expuestos a alérgenos ambientales o alimentarios.

Sin embargo, la dermatitis alérgica a la picadura de pulga (DAPP) prevalece como la causa más común, siendo responsable de la mitad de los casos.

¿Cómo se trata la dermatitis miliar en gatos?

1- Establecer un diagnóstico preciso

Se basa en hallazgos clínicos, enfatizando la importancia de identificar la causa para un tratamiento efectivo. Una exploración clínica exhaustiva ayuda a localizar las lesiones, proporcionando indicios sobre su etiología.

Por ejemplo, lesiones en la cara y orejas podrían sugerir dermatofitosis, ascariasis o dermatitis virales. Mientras que aquellas en el tronco y el dorso podrían ser consistentes con DAPP, hipersensibilidad alimentaria, pediculosis o atopia.

Se deben realizar pruebas de laboratorio para confirmar o no la dermatitis miliar en gatos. La citología cutánea, es fundamental y se complementa con resultados de hemogramas, coprológicos, cultivos o biopsias para un diagnóstico más certero.

2- Abordar la causa subyacente

El tratamiento debe centrarse en la causa específica:

• DAPP: eliminar pulgas y controlar el ambiente para romper el ciclo del parásito.
• Alergias alimentarias: identificar y restringir el ingrediente causante mediante ensayos de dieta de eliminación.
• Atopia felina: identificar y eliminar el alergeno, utilizando glucocorticoides sistémicos o ciclosporina según sea necesario.
• Infecciones cutáneas: seleccionar antibióticos basándose en estudios de susceptibilidad (cultivo y antibiograma) y utilizar tratamiento tópico y sistémico en casos específicos.

3- Manejar el prurito combinando terapias tópicas, de barrera y sistémicas

Controlar el prurito con terapias tópicas, de barrera y sistémicas es esencial. Cremas, ungüentos y champús anti pruríticos ayudan a restaurar la barrera cutánea.

Medidas como collares isabelinos limitan el rascado, reduciendo el ciclo prurítico. Antihistamínicos y glucocorticoides se prescriben según el caso, pero no deben reemplazar el tratamiento de la causa subyacente.

Un diagnóstico y tratamiento adecuados mejoran el pronóstico de esta enfermedad. Controlar los signos y prevenir recaídas implica eliminar el factor desencadenante.

El control de ectoparásitos como pulgas, garrapatas, ácaros y parásitos internos, además de las alergias, es crucial porque son las principales causas asociadas a la dermatitis miliar felina.

Por ello, se recomienda un sistema de protección sostenida en el tiempo. Bravecto Plus para gatos brinda una inmediata y persistente acción contra ectoparásitos y endoparásitos con una sola aplicación y durante 12 semanas. Puede ser un valioso aliado en la estrategia de prevención.

De todas formas, el éxito depende de un diagnóstico preciso dado por un veterinario y la adherencia al tratamiento.